Me encantó consultar con André y Luz. Pensé que mi caso no tenía remedio, sin embargo, nunca fallaron en iluminarme y animarme. Estoy aquí en mi sala de estar saltando de alegría porque acaban de arreglar mi vida. Me escucharon, creyeron en mí y valoraron cada detalle de mi sueño. Solo Dios puede recompensarlos. Gracias.